jueves, 8 de septiembre de 2016

Día 3: Los primeros problemas

Después de una relativamente buena primera noche llegó una auténtica pesadilla. Durante la segunda noche me fue imposible conciliar el sueño durante más de una hora seguida. Daba igual la postura, en cuanto me dormía una erección hacía que saltara de la cama con un dolor atroz. Imposible ignorarlo. Para colmo estamos en verano y con el calor que hace me es imposible tener hielo en el cuarto por lo que toca ir a la cocina a aliviarse. Una noche más sin apenas dormir.

A las 8h me levanto y al ir al baño mojo la gasa por lo que decido ducharme y realizarme la cura. El médico me aconsejo retirar ya la compresa que me protegía y me limpio con agua y jabón exclusivamente. Una vez realizada la cura me pongo una gasa en el glande para proteger y desayuno para hacer una vida normal.
La verdad es que el pene peor pinta no podría tener pero no difiere de la forma del resto de los que se operan, Lo único que conserva su forma natural es la base. En el tronco hay una enorme inflamación con forma de flotador que no deja ni siquiera ver los puntos. El glande está al aire y rojo. La parte inferior está blanca pero es normal. Al principio creía que era una infección pero es sólo donde antes estaba el frenillo.

Pensaba que el roce con el pantalón iba a ser peor pero lo soporté lo suficientemente bien, dentro de las evidentes molestias.
El principal problema ocurrió cuando de repente, sin esperarlo, tuve una erección. De esas rápidas que no avisan y sin venir a cuento. No tenía hielo ni nada a mano así que fue mi primera estando despierto y de lejos la más dolorosa. Me sangró la parte inferior, manchando el calzoncillo ligeramente.
Salvo ese incidente el día transcurrió con normalidad. Ahora que sólo llevo una gasa me limpio con agua y jabón 3-4 veces al día. Lleno el lavabo de agua y jabón y con un vaso me lo voy derramando. Aún está muy sensible como para hacerlo con la mano o cualquier otro medio. A mucha gente le dicen que no se quiten el vendaje en una semana pero a mí me han dicho que como mejor se cura una herida es al aire y de momento parece que está yendo bien.

Sin más, según acabo de escribir esta entrada me voy a dormir, con más miedo que sueño a pesar de llevar casi dos días en pie sin pegar ojo. Esperemos que haya suerte!

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