sábado, 10 de septiembre de 2016

Día 4: A explorar mundo

Hoy viernes se cumplen 72h de mi intervención, momento en el que ya todo debería ir mejorando. La noche ha sido sufrida, las primeras 4 horas las he dormido del tirón pero el resto ha sido un infierno con erecciones cada 20mins. Lo positivo de esto es que me han dejado hecho un machote, qué apetito sexual y qué potencia!

La principal novedad del día de hoy es que he salido a la calle por primera vez. Me he puesto un calzoncillo apretado con la cola mirando para arriba y un pantalón holgado pero da lo mismo, al tenerla para arriba me apretaba igualmente. Era un poco molesto pero la llevaba bien enganchada, más vale molestias a que esté por ahí colgando.
Habré estado fuera unas 3-4 horas en las que he cogido el autobús y el metro. En el autobús he podido apreciar las bondades del asfalto madrileño. Cada pequeño bache era como una punzada en el pene, recordándome que ahí estaba por mucho que tratara de disimularlo vistiéndome como el resto.
Pero el principal problema no ha sido el asfalto sino en el metro. Un amable usuario decidió llevar la bici en el metro y ponerse a mi lado. Las tres paradas que tuvimos el gusto de compartir fueron un auténtico calvario, no pude dejar de comprobar su bici en todo momento, alerta a cualquier movimiento extraño que pudiera hacer. No obstante, el peligro siempre llega por donde menos lo imaginas. Después de haber conseguido sortear la bici en todo momento, el golpe me llega de la manera más tonta. Al salir del vagón, veo que una señora viene corriendo hacia mí para subirse en el metro. Me asusto y me cubro con la gran mala suerte que me doy yo mismo en el pene. Sí, yo mismo, Qué dolor. Consigo aguantarlo en silencio y sigo andando hacia mi destino, tenía una reunión para tratar un pequeño tema. Con toda franqueza le digo que prefiero estar de pie que me acaban de circuncidar. Como buen hombre lo entiende, me mira con cara de compasión a la vez que suspira ufff y seguimos con el día sin más novedades.

Era mi cuarto día, aún no me puedo ver los puntos y está bastante inflamada. Salvo golpes y erecciones tontas, no me duele. El glande está cambiando. La piel se está endureciendo y es más brillante, puede que sean paranoias mías pero eso parece. El color sigue siendo rojizo.
La forma de hacer pis es aún curiosa. La punta del glande sigue algo inflamada por lo que el pis antes de encontrar su recorrido normal en forma de chorro, sale a modo aspersor por lo que tengo que ponerme de rodilla y apuntar para abajo. Me han dicho que es normal.
Las curas las sigo haciendo de la misma manera, lleno el lavabo de agua y echo jabón neutro. Cojo un vaso y me lo voy echando por el pene. Aun lo tengo sensible para frotarme yo mismo. Ya me lo puedo tocar por la parte de arriba, pero no lo suficiente como para lavarlo.
La gasa protectora me la cambio cada vez que voy al baño. No me la puedo quitar sin mojarla porque en la parte del frenillo se me queda pegada y es un dolor tremendo el despegarla si está seca.

Hoy toca plan de sushi y peli, esperemos que la noche se dé algo mejor.

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